Dedicado a Rachel
El presente relato se
inspira, como la gran mayoría, en experiencias o vivencias reales, aunque la
confirmación o no de cuanto en él se cuenta depende de sus dos protagonistas,
solo ellos saben cuánto de verdad o de mentira se contiene.
Ya hacía tiempo que se habían
encontrado, navegando por internet, en foros de contactos. Habían congeniado,
siempre que coincidían era un placer para los dos y lo celebraban, lo pasaban
bien, se reían, vacilaban, se contaban parte de sus vidas (solo las que cada
uno de ellos querían dar a conocer), y además se excitaban, mucho y bien. Ella
y él no se cortaban, parecía como si se conocieran de toda la vida, la
intimidad de un teclado y una pantalla les permitía decir cosas que igual en
otras condiciones no se atreverían a decir. Sus ratos felices iban subiendo de
tono, sus conversaciones cada vez eran más sensuales, las provocaciones eran
constantes, las indirectas cada vez más directas. Y así, hasta que un día ya no
hubo vuelta atrás: ella y él decidieron que había llegado el momento de
tocarse, de verse, de besarse, de abrazarse y de todo lo demás que cualquier
lector avispado estará imaginando, pero que para ellos era solo la consecuencia
lógica de todo lo demás. Por supuesto que querían sexo, mucho y bueno, pero
porque primero habían dado todos los pasos para que ese encuentro fuera
plenamente feliz.
Él pensaba, es curioso, no la
conozco y me excita más que todas las mujeres con las que he estado, me da lo
mismo si es rubia, morena o pelirroja, flaca o gorda, vieja o joven, porque
guapa lo va a ser seguro, no importa su apariencia física, es ocurrente,
simpática, vacilona, valiente, en todo caso va a ser guapa.
Ella estaba muy excitada,
porque él no parecía uno más, al contrario era alguien especial, había tocado
su fibra sensible, le transmitía seguridad y le excitaba como pocos antes lo
habían hecho.
Así, pareció algo natural que
concretasen una cita, a ninguno de los dos le pareció algo extraño, sino todo
lo contrario, fluyó con una normalidad extraordinaria. Y él se encargó de
buscar el sitio idóneo para esa cita; y claro, como era de prever, acertó
plenamente, encontró un lugar precioso, en el que le prometió a ella que
buscarían su momento de felicidad.
Sin embargo, poco antes de la
fecha señalada, él canceló la cita. No se atrevió a dar ese paso y traicionar
de ese modo a quien justo en esos días volvía a aparecer por su vida después de
una temporada perdida, quería dedicarse a recuperar el amor de su vida y por
ello no quería hacer nada que pudiera interferir en sus sentimientos y, una
noche con ella, aunque solo hubiera sexo, sí que interferiría en esos
sentimientos, un poco confusos ya en aquel momento.
Ella, cuando lo supo, no tuvo
ni una sola queja, aunque le dolió la decisión de él, no fue capaz de decirle
ni una sola palabra de desaprobación. Le quería como a un verdadero amigo y
respetó su decisión, incluso le animó (y lo hizo con sinceridad y
autenticidad). Su reacción fue elegante, pero no porque ella buscase que fuera
elegante, sino porque ella es profundamente elegante, va con ella, la más
auténtica y coherente de las mujeres que él haya conocido.
Hoy, tiempo después, siguen
siendo amigos, aunque ya casi no coinciden. Pero, de vez en cuando, ella se
acuerda de él; y él se acuerda de ella. Y siempre, siempre, con una sonrisa en
la boca
POR DON QUIJOTE
2 comentarios:
Muchas gracias Don_Quijote, la amistad no la he valorado nunca por el número de copas que me tomo con alguien, la amistad es algo que surge y se cuida, no se fuerza ni se acota.
El relato sólo tú y yo sabemos si es verdad o no, pero sólo puedo decir una cosa y tú lo sabes bien, nuestro destino lo marcamos con los pequeños detalles que te hacen elegir el camino apropiado, ese camino que en el futuro te dirá ¡qué bien hice! Me alegro mucho que nuestros caminos se juntasen en un momento de la vida porque eres una persona que sabe valorar los detalles que para mí son importantes.
Con tu comentario has conseguido potenciar el relato, ahora ya sí que es nuestro, de los dos, tú lo has inspirado y tú lo has rematado; como siempre, genial. Y sí, efectivamente, aunque éste es un blog de sexo, en este caso haremos una excepción y hablaremos de amigos (la amistad, un valor escasamente apreciado por algunos, pero tan necesario ...).
Quijote
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