sábado, 10 de diciembre de 2011

LA DECISION Y LA CITA (UNA PROPUESTA INTERESANTE PARTE III)

 CAPÍTULO III. La decisión 


Ella.- Pues pon dia y hora. esta es la semana


Él. - Día: Jueves 13 de octubre
Hora: 19:00 h
Lugar: Hipercor Campo de las Naciones
Primera planta. Sección Librería.
 CAPÍTULO IV. La cita 
El deseo
La videoconferencia se alargaba… Los brasileños estaban especialmente pesados… no lograba centrarme, desde por la mañana tenía una extraña sensación, no… no eran nervios, era… incertidumbre, desazón… Me preguntaba si realmente irías, si de verdad te gustaba lo que te había propuesto, si te sentirías bien haciéndolo, si lo haríamos hasta el final…


Corté como pude… “de acuerdo, de acuerdo… estudiaremos vuestras propuestas… dejadnos unos días”… eran más de las 6, apenas tenía tiempo para llegar a la cita…


Cogí el coche y sorteé con pericia el tráfico, no iba deprisa pero a mí me lo parecía, llevaba acelerado desde la mañana… Aparqué y subí con rapidez hacia la sección de librería… Llegaba tarde, tan solo 5 o 6 minutos… Si habías decido ir estarías allí, no te podías haber marchado, me hubieras concedido el beneficio de la duda, tan solo eran 5 o 6 minutos…


En la librería había muy poca gente… Tan solo tres chicas en toda la librería… Si no me habías mentido en tu edad, dos ellas estaban descartadas, una demasiado mayor y la otra demasiado joven… Las posibilidades se limitaban a una chica que miraba los libros infantiles… No podías ser tú… Su cara no correspondía a lo que me habías escrito… Sí, la chica tenía una cara bonita, pero su rostro, sus gestos, sus formas… no transmitían nada, no había ninguna sensualidad en sus maneras, no había… una mirada brillante, curiosa, expectante… La seguí con la mirada desde la estantería de al lado… Miraba de forma compulsiva libros para niñas… me habías dicho que tenías una hija pero… no podías ser ella… no había… comunicación en su cuerpo, estaba claro que no esperaba la mirada de un hombre, que no deseaba la mirada de un hombre…


Volví a mirar a mi alrededor… no había llegado nadie… deambulé unos minutos de un extremo a otro para divisar bien los distintos rincones… no había ninguna chica… Cabía la posibilidad de que fueses la chica de los cuentos infantiles pero… Sabía que no debía utilizar el teléfono hasta y media, tan solo era y veinte… Te puse un mensaje… “Estás??”… Me quedé fijo en la chica de los cuentos infantiles… No me había dado cuenta, estaba hablando por teléfono… me acerqué, mantenía una conversación sobre el tipo de cuento que debía comprar… Menos mal!!!!... no eras tú… la chica no me transmitía nada… no me excitaba verla…


El teléfono aún tardó varios minutos en sonar… Un mensaje… Tú… “No”…. Un no seco y rotundo… “No”… bien, estaba claro… no ibas a venir… Tan solo una broma, quizá la incertidumbre, la lucha entre el bien y el mal, las dudas… era igual… no ibas a venir…


Dudé… Decidí mandarte otro mensaje: “Qué ocurre???”… Esperé varios minutos… No había contestación… Dejé el libro que tenía en las manos y me dispuse a marcharme… Estaba ya cerca de la salida cuando sonó el teléfono… Me sorprendió, pensé no contestarías… Sin mucho ánimo miré tu mensaje, estaba claro que te sentías obligada a poner alguna excusa, alguna mentira piadosa para que no me sintiera ridículo… “Atasco. Llego en 10 minutos”…


Eso me rompía todo los esquemas… Tenía la sensación desde el principio que vendrías pero… ¿Una nueva broma?... Volví a la librería… Demasiada gente ahora… Estaba claro que no podías haber llegado aun pero … ya había varias chicas que podían ser tú… Iba a ser difícil identificarte…


Esperé deambulando de estantería en estantería, expectante, ojo avizor… Me situé en un lugar estratégico, guías de viaje, desde allí controlaba los dos pasillos por los que podías llegar… “Podrías ser aquella chica… no… cara de despistada, no ha venido a… gustar… a que nadie la mire”… “Aquella otra… sí, vestido corto, piernas bonitas… en sus fotos enseña las piernas… no, cara… insulsa, no hay… morbo, sensualidad… no”… “Aquella chica del final… ummmmm… es bonita… gran escote, espalda descubierta… falda larga… lleva unos zapatos muy bonitos… está muy morena… sí… está mirando a su alrededor… está buscando algo, a alguien… sí, está lejos pero siento su intriga… busca pero no encuentra… sí… es ella”


Nuevo mensaje: “Ahora sí estás”… quiero saber si es a esa chica a quien le llega… Fallo!!!!... Está detrás de esa estantería… no puedo ver si está leyendo en el móvil… Parece que sí pero… Me contestas: “Ri”…
Supongo que será que sí… me gusta, te has confundido de letras… ¿estás nerviosa? ¿excitada?... seguro que aun no me has reconocido… me gusta!!!!... De todas maneras no era una pregunta… tan solo quería que tuvieses la certeza de que te había reconocido… quiero dejarlo claro… Nuevo mensaje:”Vestido largo floreado”… Ahora te tengo cerca… no pierdo detalle pero… no coges el teléfono… comienzo a tener dudas… Me sitúo frente a ti, estamos a escasos metros, casi puedo sentir tu olor… creo que me has visto, me has identificado y quiero que así sea…¿y si no eres tú?... yo quiero que seas tú, necesito que seas tú… eres la única chica que me ha hecho sentir algo desde que estoy aquí… siento mis hormonas revolucionadas… Me gusta tu cara.. tus gafas la dan armonía… me gustan tus ojos… tu mirada es… cálida, dulce y a la vez… provocadora… Quiero que seas tú…


Te vas hacia uno de los rincones… no te voy a perder de vista… si no eres tú me da igual… he decidido que tú eres la única chica que me interesa en ese lugar… Cuando estás en el rincón sacas tu móvil, lees y… sonríes!!!!!!...


La certeza
Ojeas libros… te mueves por la estantería sabiendo que te miro, tus movimientos son lentos, sutiles… te regodeas en cada gesto, parece que sientes placer en mi mirada clavada en ti … estoy muy cerca de ti… adivino tus formas bajo la falda, imagino tu cuerpo sin ella… Coges libros de la parte superior y observo cómo te empinas, cómo subes los brazos, tu figura esbelta, tu pecho de perfil, el bamboleo del movimiento… Te agachas para alcanzar los libros de la parte inferior… me muestras tu espalda curvada, me ofreces tu postura, me imagino pegado a ti, sujetando con mis manos tus caderas, restregando mi pubis, bajo el pantalón por tu trasero… levantar tu falda desde abajo, acariciar tus muslos hasta que terminan…


Me estoy excitando… estoy excitado… estoy terriblemente excitado… saltas de estantería en estantería… de libro en libro… apenas me miras… las veces que lo haces, al principio, bajo la mirada… me siento casi intimidado, te estoy mirando descaradamente, tengo que tener una terrible cara de deseo, me siento hasta salivar, me siento… aturdido…


Poco a poco voy resistiendo tu mirada, en varias ocasiones te sonrío… al principio eres tú quien cambias la mirada, no respondes a mis sonrisas, no sé si las ves o cambias la mirada antes de que yo las haga… En un momento siento que me haces una leve sonrisa… ummmmmmm, no estoy seguro de que lo haya hecho pero… me siento atrevido, me envalentono, y ya no dejo de mirarte con arrojo, como esperando que sepas lo que estoy sintiendo…


Estás frente a mí… llevamos ya un rato en esta estantería… los dos miramos furtivamente… no perdemos detalle de nuestros movimientos… estoy frente a ti observándote como si fueras una aparición, ya no bajo la mirada hacia el libro que tengo en las manos, te miro y me deleito con lo que veo, te miro y lo sabes y sonríes, te miro y te deseo, te miro y me excito, te miro y te miro… te miro y me gusta lo que veo


Sacas el teléfono… parece que me estás mandando un mensaje pero no me llega… consultas algo…Me da la sensación de que esperas la forma de seguir… Nuevo mensaje, te recuerdo el juego: “El juego seguía en la ropa y en el probador”… no he tecleado bien, espero que lo entiendas…


Oigo como llega el mensaje a tu móvil… veo que llevas otro móvil en la mochila…. Ahora lo lees sabiendo que te estoy viendo… vuelvo a notar tu sonrisa… me gusta tu sonrisa, me excita tu sonrisa… me hace sentir que sentimos lo mismo, que estamos jugando juntos, que sentimos la misma expectación y excitación jugándolo…


Apenas lo lees comienzas a andar por el pasillo… te sigo, degustando tus movimientos… mueves tus caderas incitándome, el leve movimiento de tu cuerpo, de tu cabeza buscando la escalera… todo en ti me solivianta, me saca de mis casillas…


Cuando llego a la escalera hay una pareja en medio que no me deja verte… me fastidia pero te sigo… Estamos en la ropa femenina… va a ser difícil que coja algo para podérmelo probar… te das cuenta en seguida… Veo como sacas el móvil… me llega un mensaje… “Zona joven”… Según te voy siguiendo voy pensando en el probador… en aliviarme con tu imagen, con tu presencia… contigo…


Volvemos a subir la escalera… en un momento te pierdo… cuando te encuentro veo como estás mirando hacia atrás, buscándome, preguntándote dónde estoy… cuando nuestras miradas se cruzan vuelves a sonreír… Esa sonrisa me mata… siento tu agrado con la situación, siento tu placer porque te siga, porque te mire, porque te desee… siento tu espera…tu deseo de llegar hasta el final…


La acción
Veo como eliges un vestido… ¡Cómo me gustaría ver cómo te lo pruebas!... cojo de forma rápida unos pantalones… te veo buscar unos probadores… te sigo… tengo urgencia… no resisto más… mi bragueta está a punto de reventar… de que la reviente tu presencia, te reventar por ti… Estoy muy cerca de ti, miras en unos probadores y te veo dar la vuelta… miro tras de ti… solo hay uno… no aguanto más!!!!!... ¿Por qué no nos metemos los dos en ese???...


Te vas hacia otra zona… te sigo desesperado… necesito… aliviarme, descargar, vaciarme pensando en ti… te quedas en la puerta de los probadores, me sitúo tras de ti, a escasos metros… esperamos, los dos están cerrados… Sabes que me estás torturando, me dan ganas de decírtelo, de abordarte por la espalda, de sujetar tu pecho con mis manos… de decirte al oído lo que te deseo, de lamerte el cuello, de sentir tu piel cuando la junto a mi cuerpo, de juntar mi sexo contra tu culo para que lo sientas palpitar por ti, de besarte el cuello, de que sientas mi aliento agitado en tu nuca, de… esperamos… te apoyas en la puerta, me regalas todo tu pefil… juegas con las piernas, pones cara de fastidio, me miras sin intención…


No resisto más… pregunto a una dependienta… me aseguro de que me estés mirando… “Sí señor, en Tintoreto…”, levanto la mano y señalo los probadores que me está indicando… repito en voz alta para que me oigas: “Tintoreto”… Te encaminas hacia allí… te sigo… te deseo… me excitas… me sacas de mis casillas… estamos cerca… estoy a escasos centímetros de tu cuerpo, de ti… no puedo más… me cuesta contenerme… llego primero a la puerta…. Al fin!!!!... hay dos y están libres…. Solo les separa una delgada pared de madera… no hay techo… estamos juntos… Me meto en el más pequeño… veo como entras al otro… cuelgo los pantalones que me iba a probar y me bajo los míos… hasta los tobillos… mi pene sale triunfante, aliviado, radiante…. Me junto a la pared que nos divide… quiero sentirte cerca, próxima, conmigo… agarro mi pene que me demanda y comienzo a agitarle… estoy tan excitado que voy a tardar muy poco en correrme, lo siento nada más tocarlo… nada más imaginar que es tu mano quien lo aprisiona, lo masajea, juega con él…


Intento oír a través de la pared… Sé que es posible que te esté tocando … creo que estás intentado oír como hago yo… se me ocurre en ese momento… mientras una mano sujeta mi pene, lo menea provocando aureolas de placer en mi cuerpo, saco el móvil con la otra y te llamo…


Tu voz me llega a través del auricular… Es un “Sí??” nervioso, no sabes lo que te voy a proponer… temes por si me salto las reglas, me da la sensación de que piensas que te voy a pedir entrar contigo… Aun así lo has cogido, no sé si ha sido la sorpresa o realmente me hubieras dicho que sí si te lo hubiera propuesto, dudo si hacerlo, si proponértelo… pero temo estropear todo… las reglas del juego estaban claras… tan solo quiero que me oigas, que tengas la certeza de lo que estoy haciendo, de que lo estoy haciendo porque tú lo has provocado, porque tu lo has querido… porque es para ti…


Siento tus jadeos al otro lado… no puedo resistir más… mi mano se agita, mi pene la ayuda en ese movimiento… estás conmigo… eres tú la que está tras la pared, la que estás en el teléfono… eres tú… solo tú…. Quiero ver lo que estás haciendo… que me veas… quiero… Siento como un arrebato de placer doblega mi cuerpo… arquea mi espalda… siento una explosión en mi pene, cientos de miles de espermatozoides que salen a buscarte, porque saben que estás cerca… porque apenas nos separan unos centímetros, porque siento que tú también estás haciendo lo mismo…

3 comentarios:

reinamora dijo...

ahora ya lo entiendo..jajaja!
vale nena! muy buenooo!

Utópica dijo...

¿Lo has entendido? ¿Que has entendido? ¿Hay algo que entender?
Lo que yo veo es que es una de esas propuestas con las que diríamos
ADELANTEEEEEEEE
Bufff que juego mas morboso, me encanta Javier, gracias por tu colaboración, espero que vengan mas.
Besos

Anónimo dijo...

muy bueno javier!!! tengo gana de fumar un cigarillo...